Peter Konstantinov Deunov (11 julio 1864 hasta 27 diciembre 1944) fue un maestro espiritual y fundador de una Escuela de Cristianismo Esotérico. Él es llamado Maestro Beinsa Duno por sus seguidores.
En el año 1904 Petar Dunov se traslada a vivir permanentemente en Sofía, en la calle Opalchenska 66. Este cambio es de gran importancia tanto para él como para el movimiento fundado por él.
Precisamente en la casa en la calle Opalchenska empieza a dar las así llamadas “charlas” (búlg. besedi). Para ellas no se elaboraban ningunas invitaciones espaciales, sino que la noticia se comunicaba de boca en boca. El modo de funcionamiento de estas charlas al principio era el mismo que de una reunión: se mandaba a la persona una invitación personal por parte de P. Dunov para una cita o diálogo, pero con el tiempo el número de los participantes iba creciendo.
Hasta el final de la Primera Guerra Mundial P. Dunov da las charlas solamente los domingos por la mañana a las 10. Durante las tres guerras (Primera y Segunda Guerra Balcánica y la Primera Guerra Mundial) el número de sus seguidores en la capital es alrededor de 250- 300 personas.
Sus ideas de que Bulgaria no tiene que participar en la Primera Guerra Mundial y su posición en contra del nacionalismo y el chovinismo lo hacen sospechoso en los ojos del poder del estado. En el año 1917 el alcalde de Sofía le prohíbe que dé charlas públicas. Pronto después de esto es internado en Varna. Se queda allí hasta el final del 1918 viviendo en el Hotel London.
Entretanto, las reuniones en la capital llegan a convertirse en sesiones espiritistas. De este período data la organización de talleres en la provincia: Varna, Ruse, Yambol, Gabrovo, Veliko Turnovo, etc.
La influencia de P. Dunov y sus ideas en escala nacional después del final de la guerra crece ostensiblemente. Los motivos básicos de esto, según sus detractores, están relacionados con la idea de que las funestas consecuencias de la guerra incitan a la gente a creer en supersticiones y misticismo. Aparte de las causas externas como los conflictos bélicos, otros motivos de la creciente popularidad de la Hermandad Blanca se encuentran en la esencia de su doctrina.
El famoso militante cristiano y teólogo ortodoxo, el arzobispo y catedrático Evtimii Sapundziev recalca dos circunstancias: 1) El movimiento “no impone a las debilidades humanas y pecados aquellas prohibiciones y cadenas que impone la Iglesia” y 2) Petar Dunov promete al mismo tiempo ciencia religiosa y fe inteligente, correspondiendo de esta manera a la sed de nuestra sociedad a resolver el conflicto existente entre ciencia y fe.
También G. Hall llama la atención sobre la capacidad de Petar Dunov a conocer y valorar el carácter de las personas y sobre el hecho de que en la doctrina de él no son tratados de forma directa los problemas sociales de la vida cotidiana.
N. Pravoslavov destaca como principal fuerza de atracción en las ideas de P. Dunov el hecho de poner la libertad absoluta en la base de la moralidad. En los materiales que simpatizan a P. Dunov, los intentos de explicar su influencia se dirigen hacia la búsqueda de los motivos dentro de la doctrina.
A. Tomov en su amplio análisis se detiene en varias razones de índole social y política y los surgidos de ellos problemas globales, a los que P. Dunov propone una solución- la guerra y la crisis posterior a ella llevan a que las contradicciones sociales aumenten, a la miseria y a epidemias. A consecuencia de esto se observan dos tendencias: a) el alma humana se hace más sensible y receptiva, en ella se despiertan deseos de justicia y armonía; b) la propia humanidad, dándose cuenta de la miserable situación en la que se encuentra la civilización contemporánea, acepta la idea de la superación del mal y la construcción de una nueva cultura.
También es de importancia el hecho de que P. Dunov manifestaba ciertas capacidades parapsicológicas, de lo cual eran testigos tanto muchos de sus seguidores, como personas completamente desconocidas.
De todas maneras, lo más importante es que la doctrina de P. Dunov se diferencia del resto de movimientos espirituales de aquella época (y no solo de ellos) en su orientación práctica. Los representantes de la inteligencia que asisten a las charlas están motivados por la perspectiva que les ofrece el Maestro- que a través del conocimiento de sí mismos y el perfeccionamiento de cada individualidad humana se puede lograr un nuevo orden en la Tierra.
Este objetivo amplio parece convincente y claro, correspondiendo completamente a la moralidad. Especialmente atractivo es el elemento evolutivo, que en profundidad está encaminado a evitar las matanzas y los asesinatos entre hermanos, el horror de los cuales aún vive en la conciencia del hombre contemporáneo.
La doctrina del amor como principio básico de la Existencia y de la hermandad entre las personas (análogo a la concepción cristiana y teosófica) –elemento primordial en la ética y la metafísica de P. Dunov– corresponde a las búsquedas y aspiraciones sociales y morales de la época y en este momento está en armonía con las ideas de la inteligencia europea y mundial más progresista.
Hay otro aspecto importante del fenómeno tratado- la así llamada “institucionalización” de la personalidad de P. Dunov en el marco del fondo socio-cultural de la época, lo cual destaca de manera muy clara sobre todo en la mitad de los años 20. Como prototipo el líder espiritual (o “gurú”) es más característico para las culturas y sistemas religioso- filosóficas orientales.
El término “Maestro” posee una tradición antigua y tiene un contenido espiritual determinado, en cuya base se encuentra la idea de un ser de una jerarquía espiritual más alta, mensajero de Dios en la tierra, alguien que tiene la misión de acelerar la evolución y de conseguir la prosperidad de sus hermanos más pequeños, las personas cotidianas. En la civilización occidental esta noción está impuesta por la teosofía moderna, siendo el primario contenido indio concretizado por la doctrina de la Hermandad Blanca en Bulgaria y de sus seguidores.
Las relaciones entre el Maestro y los alumnos dentro del movimiento tienen una base ética y son como un emblema de la esencia de esta comunidad no formal. Todos los observadores están de acuerdo que la influencia de P. Dunov sobre los demás es grande, global e inquebrantable.
La propia comunidad espiritual Hermandad Blanca Universal recibe diferentes nombres en el plano social. El más difundido de ellos es “dunovismo” por el nombre de su creador, líder e inspirador espiritual. Este término se extiende de manera natural sobre la doctrina de P. Dunov pretendiendo ser exhaustivo. Sin embargo, aquí hay que subrayar que la denominación “dunovismo” es utilizado solo por investigadores o personas ajenas a la comunidad. Dentro de la Hermandad Blanca esta noción no existe. Los miembros de la Hermandad se denominan a sí mismos “hermanos blancos” o simplemente “hermanos y hermanas”. Con estos nombres expresan uno de los objetivos básicos de este movimiento- conseguir le hermandad entre todas las personas del Planeta.
El propio P. Dunov nunca pretendió tener monopolio sobre el saber expuesto por él y asimismo se niega a que se extienda de manera mecánica su nombre sobre toda la concepción y sistema teórico-prácticos. Él denomina su doctrina- “doctrina de la Hermandad blanca”, y a sus seguidores- “alumnos de la Hermandad blanca”. Bajo “Hermandad blanca” él entiende una comunidad invisible de seres que han terminado su evolución espiritual en el mundo material y han conseguido la perfección (en el sentido de Mateo 5:48) y que toman parte activa en la vida humana en todas sus dimensiones. En un sentido amplio el término “Hermandad blanca” es aceptado por los seguidores de P. Dunov para designar su propio movimiento. El símbolo de su comunidad espiritual es el color blanco como expresión de la pureza y la espiritualidad.
La doctrina de P. Dunov en aquella época gana seguidores gracias a que constituye una síntesis entre el misticismo oriental y el pensamiento científico-racional del Occidente, es decir- constituye la deseada unión entre la fe y la ciencia.
Según esta doctrina, la dogmática cristiana y la práctica eclesiástica están llenas de conservadurismo y ya son arcaicos, el carácter de la Iglesia se valora como irremediablemente formal y que no corresponde al ritmo de la vida contemporánea.
Después de volver de su período de exilio en Varna, Petar Dunov se queda a vivir en la calle Opalchenska nº 66. Su última gira por el país es al principio de los años 20. Al mismo tiempo no deja de dar las charlas en Sofía, que en un momento son trasladadas a la calle “Oborishte” nº 14 (desde 1922 hasta 1926). Después del 1926 la Hermandad Blanca es despojada del salón de encuentros y éste está convertido en un cine de barrio.
Las charlas del domingo de P. Dunov ya antes del 1918 han sido previstas con entrada libre para los ciudadanos y esta tradición se conserva hasta la muerte del Maestro el día 27. 12.1944. Este hecho significa no tanto que el acceso es libre, porque en todas las charlas éste nunca ha sido prohibido, sino que los recién llegados no están vistos necesariamente como futuros miembros del movimiento.
Con las charlas del domingo P. Dunov descubre sus ideas ante la sociedad e intenta trabajar con el mayor número de personas posible para convencerlos a seguir la verdadera doctrina cristiana, tal y como la entiende e interpreta él. Desde 1920- 1922 datan los primeros paseos en la Naturaleza. Al principio, los paseos se realizan hasta los campos del monasterio de Dragalevtsi, después andando hasta Chamkoriya (hoy en día Borovets) y hasta el monte Musala.
Durante estas excursiones Petar Dunov habla a sus seguidores sobre la lengua de la Naturaleza viva e inteligente y sobre la grandeza de su inteligencia.
El día 22.03.1922 se inaugura Escuela mística juvenil. Petar Dunov personalmente compone una lista de 80 personas que prevé que participen en ella, pero en las primeras charlas vienen dos veces más, ya que la noticia se difunde en los círculos de teósofos, espiritistas, tolstoístas y anarquistas. Algunos de ellos esperan oír cosas sensacionales y hasta ver milagros.
El mismo P. Dunov define el sentido de la Escuela de esta manera: “…Porque esta Escuela de ocultismo no es una escuela para consolar a la gente, sino que es una escuela para explorar las grandes e inalterables leyes de la Existencia, de las manifestaciones de Dios, en las que se desarrolla nuestra vida de manera proporcionada y armoniosa. “
Con estas palabras él determina el credo de su futuro trabajo- construir un fuerte medio espiritual a través del que se pueda aplicar la nueva doctrina, es decir, él toma una iniciativa decisiva e activa para el desarrollo del movimiento. Los oyentes de esta escuela están divididos en una Clase de Jóvenes y una Clase Especial; las charlas se efectúan desde 22.IX hasta 22.III. Aparte de escuchar las charlas, a los participantes se les atribuyen tareas para reflexionar, trabajos escritos o tareas concretas- para preparar de una clase para la otra. Las redacciones se revisan por Petar Dunov y se comentan en la clase siguiente.
Se organizan también “reuniones juveniles” (7 en total) que consisten en conferencias de las escuelas- desde el 2 hasta el 28 de agosto todos los años, siendo la primera en el verano del año 1923 en el salón de la calle “Oborishte” 14. En estas reuniones además de las charlas tradicionales, se leen ponencias y se discuten problemas organizativos y ante todo asuntos relacionados con la divulgación de la doctrina.
Después de la inauguración de la Escuela Juvenil, también se crea una clase para los demás seguidores- Clase oculta común en la que entran los que tienen familias. Probablemente alrededor del año 1930 las dos formaciones se unen. En la creada de esta manera Escuela P. Dunov enseña a sus seguidores verdades aparentemente ya conocidas, pero que hasta el momento no han sido aplicadas en la vida del hombre- estos son amor, fraternidad, respeto al prójimo. Asimismo los consagra en los misterios de la Naturaleza y la esencia del ser humano, les ofrece métodos para una vida sana como vegetarianismo, continencia, ayuno.
Encabezando estas escuelas, P. Dunov completamente se afirma como “Maestro”, algo que queda inalterable hasta su muerte y éste queda como el único vocativo que utilizan todos sus seguidores.
Su actividad recibe la institucionalización formal necesaria no solo ante la sociedad, sino ante sus propios seguidores.
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Biografía
Peter Konstantinov Deunov (11 julio 1864 hasta 27 diciembre 1944) fue un maestro espiritual y fundador de una Escuela de Cristianismo Esotérico. Él es llamado Maestro Beinsa Duno por sus seguidores.
En el año 1904 Petar Dunov se traslada a vivir permanentemente en Sofía, en la calle Opalchenska 66. Este cambio es de gran importancia tanto para él como para el movimiento fundado por él.
Precisamente en la casa en la calle Opalchenska empieza a dar las así llamadas “charlas” (búlg. besedi). Para ellas no se elaboraban ningunas invitaciones espaciales, sino que la noticia se comunicaba de boca en boca. El modo de funcionamiento de estas charlas al principio era el mismo que de una reunión: se mandaba a la persona una invitación personal por parte de P. Dunov para una cita o diálogo, pero con el tiempo el número de los participantes iba creciendo.
Hasta el final de la Primera Guerra Mundial P. Dunov da las charlas solamente los domingos por la mañana a las 10. Durante las tres guerras (Primera y Segunda Guerra Balcánica y la Primera Guerra Mundial) el número de sus seguidores en la capital es alrededor de 250- 300 personas.
Sus ideas de que Bulgaria no tiene que participar en la Primera Guerra Mundial y su posición en contra del nacionalismo y el chovinismo lo hacen sospechoso en los ojos del poder del estado. En el año 1917 el alcalde de Sofía le prohíbe que dé charlas públicas. Pronto después de esto es internado en Varna. Se queda allí hasta el final del 1918 viviendo en el Hotel London.
Entretanto, las reuniones en la capital llegan a convertirse en sesiones espiritistas. De este período data la organización de talleres en la provincia: Varna, Ruse, Yambol, Gabrovo, Veliko Turnovo, etc.
La influencia de P. Dunov y sus ideas en escala nacional después del final de la guerra crece ostensiblemente. Los motivos básicos de esto, según sus detractores, están relacionados con la idea de que las funestas consecuencias de la guerra incitan a la gente a creer en supersticiones y misticismo. Aparte de las causas externas como los conflictos bélicos, otros motivos de la creciente popularidad de la Hermandad Blanca se encuentran en la esencia de su doctrina.
El famoso militante cristiano y teólogo ortodoxo, el arzobispo y catedrático Evtimii Sapundziev recalca dos circunstancias: 1) El movimiento “no impone a las debilidades humanas y pecados aquellas prohibiciones y cadenas que impone la Iglesia” y 2) Petar Dunov promete al mismo tiempo ciencia religiosa y fe inteligente, correspondiendo de esta manera a la sed de nuestra sociedad a resolver el conflicto existente entre ciencia y fe.
También G. Hall llama la atención sobre la capacidad de Petar Dunov a conocer y valorar el carácter de las personas y sobre el hecho de que en la doctrina de él no son tratados de forma directa los problemas sociales de la vida cotidiana.
N. Pravoslavov destaca como principal fuerza de atracción en las ideas de P. Dunov el hecho de poner la libertad absoluta en la base de la moralidad. En los materiales que simpatizan a P. Dunov, los intentos de explicar su influencia se dirigen hacia la búsqueda de los motivos dentro de la doctrina.
A. Tomov en su amplio análisis se detiene en varias razones de índole social y política y los surgidos de ellos problemas globales, a los que P. Dunov propone una solución- la guerra y la crisis posterior a ella llevan a que las contradicciones sociales aumenten, a la miseria y a epidemias. A consecuencia de esto se observan dos tendencias: a) el alma humana se hace más sensible y receptiva, en ella se despiertan deseos de justicia y armonía; b) la propia humanidad, dándose cuenta de la miserable situación en la que se encuentra la civilización contemporánea, acepta la idea de la superación del mal y la construcción de una nueva cultura.
También es de importancia el hecho de que P. Dunov manifestaba ciertas capacidades parapsicológicas, de lo cual eran testigos tanto muchos de sus seguidores, como personas completamente desconocidas.
De todas maneras, lo más importante es que la doctrina de P. Dunov se diferencia del resto de movimientos espirituales de aquella época (y no solo de ellos) en su orientación práctica. Los representantes de la inteligencia que asisten a las charlas están motivados por la perspectiva que les ofrece el Maestro- que a través del conocimiento de sí mismos y el perfeccionamiento de cada individualidad humana se puede lograr un nuevo orden en la Tierra.
Este objetivo amplio parece convincente y claro, correspondiendo completamente a la moralidad. Especialmente atractivo es el elemento evolutivo, que en profundidad está encaminado a evitar las matanzas y los asesinatos entre hermanos, el horror de los cuales aún vive en la conciencia del hombre contemporáneo.
La doctrina del amor como principio básico de la Existencia y de la hermandad entre las personas (análogo a la concepción cristiana y teosófica) –elemento primordial en la ética y la metafísica de P. Dunov– corresponde a las búsquedas y aspiraciones sociales y morales de la época y en este momento está en armonía con las ideas de la inteligencia europea y mundial más progresista.
Hay otro aspecto importante del fenómeno tratado- la así llamada “institucionalización” de la personalidad de P. Dunov en el marco del fondo socio-cultural de la época, lo cual destaca de manera muy clara sobre todo en la mitad de los años 20. Como prototipo el líder espiritual (o “gurú”) es más característico para las culturas y sistemas religioso- filosóficas orientales.
El término “Maestro” posee una tradición antigua y tiene un contenido espiritual determinado, en cuya base se encuentra la idea de un ser de una jerarquía espiritual más alta, mensajero de Dios en la tierra, alguien que tiene la misión de acelerar la evolución y de conseguir la prosperidad de sus hermanos más pequeños, las personas cotidianas. En la civilización occidental esta noción está impuesta por la teosofía moderna, siendo el primario contenido indio concretizado por la doctrina de la Hermandad Blanca en Bulgaria y de sus seguidores.
Las relaciones entre el Maestro y los alumnos dentro del movimiento tienen una base ética y son como un emblema de la esencia de esta comunidad no formal. Todos los observadores están de acuerdo que la influencia de P. Dunov sobre los demás es grande, global e inquebrantable.
La propia comunidad espiritual Hermandad Blanca Universal recibe diferentes nombres en el plano social. El más difundido de ellos es “dunovismo” por el nombre de su creador, líder e inspirador espiritual. Este término se extiende de manera natural sobre la doctrina de P. Dunov pretendiendo ser exhaustivo. Sin embargo, aquí hay que subrayar que la denominación “dunovismo” es utilizado solo por investigadores o personas ajenas a la comunidad. Dentro de la Hermandad Blanca esta noción no existe. Los miembros de la Hermandad se denominan a sí mismos “hermanos blancos” o simplemente “hermanos y hermanas”. Con estos nombres expresan uno de los objetivos básicos de este movimiento- conseguir le hermandad entre todas las personas del Planeta.
El propio P. Dunov nunca pretendió tener monopolio sobre el saber expuesto por él y asimismo se niega a que se extienda de manera mecánica su nombre sobre toda la concepción y sistema teórico-prácticos. Él denomina su doctrina- “doctrina de la Hermandad blanca”, y a sus seguidores- “alumnos de la Hermandad blanca”. Bajo “Hermandad blanca” él entiende una comunidad invisible de seres que han terminado su evolución espiritual en el mundo material y han conseguido la perfección (en el sentido de Mateo 5:48) y que toman parte activa en la vida humana en todas sus dimensiones. En un sentido amplio el término “Hermandad blanca” es aceptado por los seguidores de P. Dunov para designar su propio movimiento. El símbolo de su comunidad espiritual es el color blanco como expresión de la pureza y la espiritualidad.
La doctrina de P. Dunov en aquella época gana seguidores gracias a que constituye una síntesis entre el misticismo oriental y el pensamiento científico-racional del Occidente, es decir- constituye la deseada unión entre la fe y la ciencia.
Según esta doctrina, la dogmática cristiana y la práctica eclesiástica están llenas de conservadurismo y ya son arcaicos, el carácter de la Iglesia se valora como irremediablemente formal y que no corresponde al ritmo de la vida contemporánea.
Después de volver de su período de exilio en Varna, Petar Dunov se queda a vivir en la calle Opalchenska nº 66. Su última gira por el país es al principio de los años 20. Al mismo tiempo no deja de dar las charlas en Sofía, que en un momento son trasladadas a la calle “Oborishte” nº 14 (desde 1922 hasta 1926). Después del 1926 la Hermandad Blanca es despojada del salón de encuentros y éste está convertido en un cine de barrio.
Las charlas del domingo de P. Dunov ya antes del 1918 han sido previstas con entrada libre para los ciudadanos y esta tradición se conserva hasta la muerte del Maestro el día 27. 12.1944. Este hecho significa no tanto que el acceso es libre, porque en todas las charlas éste nunca ha sido prohibido, sino que los recién llegados no están vistos necesariamente como futuros miembros del movimiento.
Con las charlas del domingo P. Dunov descubre sus ideas ante la sociedad e intenta trabajar con el mayor número de personas posible para convencerlos a seguir la verdadera doctrina cristiana, tal y como la entiende e interpreta él. Desde 1920- 1922 datan los primeros paseos en la Naturaleza. Al principio, los paseos se realizan hasta los campos del monasterio de Dragalevtsi, después andando hasta Chamkoriya (hoy en día Borovets) y hasta el monte Musala.
Durante estas excursiones Petar Dunov habla a sus seguidores sobre la lengua de la Naturaleza viva e inteligente y sobre la grandeza de su inteligencia.
El día 22.03.1922 se inaugura Escuela mística juvenil. Petar Dunov personalmente compone una lista de 80 personas que prevé que participen en ella, pero en las primeras charlas vienen dos veces más, ya que la noticia se difunde en los círculos de teósofos, espiritistas, tolstoístas y anarquistas. Algunos de ellos esperan oír cosas sensacionales y hasta ver milagros.
El mismo P. Dunov define el sentido de la Escuela de esta manera: “…Porque esta Escuela de ocultismo no es una escuela para consolar a la gente, sino que es una escuela para explorar las grandes e inalterables leyes de la Existencia, de las manifestaciones de Dios, en las que se desarrolla nuestra vida de manera proporcionada y armoniosa. “
Con estas palabras él determina el credo de su futuro trabajo- construir un fuerte medio espiritual a través del que se pueda aplicar la nueva doctrina, es decir, él toma una iniciativa decisiva e activa para el desarrollo del movimiento. Los oyentes de esta escuela están divididos en una Clase de Jóvenes y una Clase Especial; las charlas se efectúan desde 22.IX hasta 22.III. Aparte de escuchar las charlas, a los participantes se les atribuyen tareas para reflexionar, trabajos escritos o tareas concretas- para preparar de una clase para la otra. Las redacciones se revisan por Petar Dunov y se comentan en la clase siguiente.
Se organizan también “reuniones juveniles” (7 en total) que consisten en conferencias de las escuelas- desde el 2 hasta el 28 de agosto todos los años, siendo la primera en el verano del año 1923 en el salón de la calle “Oborishte” 14. En estas reuniones además de las charlas tradicionales, se leen ponencias y se discuten problemas organizativos y ante todo asuntos relacionados con la divulgación de la doctrina.
Después de la inauguración de la Escuela Juvenil, también se crea una clase para los demás seguidores- Clase oculta común en la que entran los que tienen familias. Probablemente alrededor del año 1930 las dos formaciones se unen. En la creada de esta manera Escuela P. Dunov enseña a sus seguidores verdades aparentemente ya conocidas, pero que hasta el momento no han sido aplicadas en la vida del hombre- estos son amor, fraternidad, respeto al prójimo. Asimismo los consagra en los misterios de la Naturaleza y la esencia del ser humano, les ofrece métodos para una vida sana como vegetarianismo, continencia, ayuno.
Encabezando estas escuelas, P. Dunov completamente se afirma como “Maestro”, algo que queda inalterable hasta su muerte y éste queda como el único vocativo que utilizan todos sus seguidores.
Su actividad recibe la institucionalización formal necesaria no solo ante la sociedad, sino ante sus propios seguidores.